miércoles, 18 de septiembre de 2013

DEPRESION Y OBESIDAD

Muchos estudios relacionan la obesidad con la depresión o la ansiedad.Lo que no queda claro es el sentido de esta asociación, es decir si la obesidad puede producir estos trastornos o si son estos los que podrían favorecer la obesidad. Se sabe que ciertos alimentos dan una gratificación a nivel cerebral por el incremento de ciertos mediadores químicos como la dopamina. También el hecho de recluirse dentro de la casa genera que “maten el tiempo” comiendo y además un sedentarismo full time. Si añadimos que en algunos casos estos pacientes están medicados con antidepresivos y/o ansiolíticos, esto se agrava ,ya que algunos de estos fármacos también producen aumento de peso. Tampoco es menos cierto que la obesidad puede ser la causa de la depresión.Muchas personas obesas sufren rechazo social, su autoestima suele ser baja y la autocrítica suele ser muy severa, castigándose a si mismas con pensamientos negativos y muchas veces autodestructivos. Sin embargo, los expertos no están de acuerdo a la hora de determinar esta relación.Puede ser que la depresión y la ansiedad nos conduzca a la obesidad, o bien la relación inversa.Lo que no cabe duda es que se alimentan mutuamente. Estas personas muchas veces se encuentran sumergidas en un círculo vicioso de inactividad y autocompasión que solo conduce a más inactividad y más autocompasión. La forma de salir de esto es a través de un tratamiento integral que incluya cambios de hábitos alimenticios, actividad física y la medicación adecuada y apoyo psicológico si fueran necesarios.

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